El chavismo aumentó la represión y Guaidó dijo que llamará a una huelga general
Militares, policías y paramilitares reprimieron hoy con una dureza nunca vista en varios meses las manifestaciones antichavistas en toda Venezuela, el día después del frustrado alzamiento cívico militar contra el presidente Nicolás Maduro, a tal punto que generaron la condena de la ONU y el Grupo de Contacto encabezado por la Unión Europea (UE).
El presidente interino designado por el parlamento, Juan Guaidó, advirtió que los objetivos de desplazar a Maduro “no se desinflaron” tras el fallido levantamiento y volvió a llamar a un paro de trabajadores estatales “rumbo a la huelga general”.
Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militar) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma en la mayoría de los puntos de concentración de los simpatizantes antichavistas con el objeto de evitar las marchas que habían programado, informó la prensa venezolana y extranjera.
Las marchas, no obstante, se produjeron, y en su transcurso hubo numerosos choques, en los que también se vio a encapuchados lanzarles piedras y bombas molotov a los uniformados.
Solo en los hospitales del municipio caraqueño Chacao se atendieron más de 30 heridos, según sus autoridades, mientras hasta esta tarde no habían emitido informes las ONG que computan regularmente víctimas y detenidos en manifestaciones callejeras.
La prensa relevó, incluso con videos y fotografías, disturbios en la base aérea militar La Carlota -donde manifestantes rompieron la reja perimetral con un vehículo- y al menos otras cuatro zonas de Caracas, así como en Barquisimeto y Guayana, en los estados Lara y Bolívar, respectivamente, entre otros.
La demostración antichavista había sido convocada por Guaidó antes de que se pusiera en marcha ayer el levantamiento contra Maduro y con el objeto de continuar presionando para lograr lo que el antichavismo llama “el cese de la usurpación”.
El mandatario encargado se presentó en la capital, donde reiteró ante los manifestantes que no dejará de “luchar”, aseguró que los reclamos que encarna “no se desinflaron” tras el alzamiento frustrado y volvió a llamar a un paro de empleados estatales “con rumbo a la huelga general”.